Seguro que muchas veces has escuchado, has dicho o te han dirigido expresiones como "Corres como una chica, juegas como una chica, peleas como una chica..."
Tradicionalmente, se le ha asignado una connotación negativa a hacer algo como una chica. Por otro lado, generalmente, el simple hecho de ser mujer, supone una traba a la hora de alcanzar metas. ¿En qué momentos ven las mujeres truncados sus objetivos? Prácticamente, a lo largo de toda su vida.
- Durante la infancia, se les dice que no puede jugar con determinados juguetes o practicar determinados deportes porque son de chicos.
- En la adolescencia, momento en el que se está definiendo la identidad de género, se les enseñan a "comportaste como una señorita"
- En la edad adulta deben demostrar constantemente que son suficientemente válida para desarrollar su trabajo y no digamos si, además pretenden promocionar en él. Además, deben enfrentarse al estigma social que supone priorizar la vida profesional a la familiar
Tarzana es un cuento que nos invita a reflexionar y nos ayuda a acercar a los y las más peques conceptos como la socialización diferencial y el techo de cristal.
Estas son algunas de las conclusiones que podemos extraer de la historia:
- Las mujeres suelen encontrar más obstáculos que los hombres para acceder a puestos de responsabilidad.
- Las mujeres tienen que demostrar en mayor medida que los hombres que están capacitadas para desempeñar su trabajo.
- Pelear como una chica también puede significar ganar
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