Existen muchos tipos de lágrimas; lágrimas de pena, de emoción, lágrimas que salen solas, otras que provocamos para conseguir algo... En la sociedad competetiva en la que vivimos actualmente parece que ser competentes y sensibles a la vez está reñido. No está bien mostrar nuestras emociones en público, ¡y menos si eres hombre! Pero, ¿qué pasa si te decimos que llorar no sólo no es algo negativo, sino que es de lo más recomendable? Por tu propia experiencia sabrás que en periodos de estrés, cuando estás triste o cuando te ha pasado algo muy bueno tienes más tendencia a llorar y luego te sientes mejor. Si es así, ¿por qué evitamos hacerlo cuando lo necesitamos? Nuestro cuerpo es sabio y habla por uno mismo. Leyendo el siguiente artículo entenderás por qué.
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